Un numeral para cada día, tomado de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, "Amoris Laetitia" (La Alegría del Amor).
CAPÍTULO PRIMERO
A LA LUZ DE LA PALABRA
11. La pareja que ama y genera la vida es la verdadera "escultura" viviente (no aquella de piedra u oro que el Decálogo prohíbe), capaz de manifestar al Dios creador y salvador. Por eso el amor fecundo llega a ser el símbolo de las realidades íntimas de Dios. A esto se debe el que la narración del Génesis, siguiendo la llamada "tradición sacerdotal", esté atravesada por varias secuencias genealógicas, porque la capacidad de generar de la pareja humana es el camino por el cual se desarrolla la historia de la salvación.
Bajo esta luz, la relación fecunda de la pareja se vuelve una imagen para descubrir y describir el misterio de Dios, fundamental en la visión cristiana de la Trinidad que contempla en Dios al Padre, al Hijo y al Espíritu de amor. El Dios Trinidad es comunión de amor, y la familia es su reflejo viviente.
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