Un numeral para cada día, tomado de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, "Amoris Laetitia" (La Alegría del Amor).
CAPÍTULO PRIMERO
A LA LUZ DE LA PALABRA
27. Cristo ha introducido como emblema de sus discípulos sobre todo la ley del amor y del don de sí a los demás, y lo hizo a través de un principio que un padre o una madre suelen testimoniar en su propia existencia:
"Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos".
Fruto del amor son también la misericordia y el perdón. En esta línea, es muy emblemática la escena que muestra a una adúltera en la explanada del templo de Jerusalén, rodeada de sus acusadores, y luego sola con Jesús que no la condena y la invita a una vida más digna.
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